“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;
y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”
Apocalipsis 2:4
A lo largo de nuestra vida aquí en la Tierra, tenemos momentos duros y complicados, a veces pareciera que ya todo está perdido, que ya no hay más salida, decidimos luchar y luchar por lo que algún día pensábamos nuestro, nos concentramos en lo material o en algo en que aferrarse y nos olvidamos de aquel quien nos dio la vida, quien fue quien nos creó, dejamos a un lado ese tierno amor que nos unía con El, o tan solo lo dejamos en lista de espera.
Meses atrás yo había escuchado una canción que impactó mi vida y mi corazón, hablaba de este mismo tema, si acaso se nos olvida el amor de Dios, si acaso se me escapa y no se donde está. Muchas de las veces intentamos querer pretender algo que no somos, ponemos al ultimo lo que debería estar en primer lugar. Si acaso se me nubla la pasión en mi mirada, el rostro que nos dio Dios es autentico y la verdad es que El se alegra cada vez que sonreímos y le decimos gracias, uno sabe cuando ama a una persona, se le nota en su cálida mirada, pero cuando la pasión se pierde esa dulce mirada se atrofia, y nos hacemos como un sendero lleno de niebla sin saber a donde ir.
Llévame al madero, al rincón de nuestro encuentro, la cruz es el símbolo mas importante, aquí es donde nuestra amado Señor Jesús dio su vida por nosotros y nos limpio de todo pecado y enfermedad. Todo comenzó ahí, cuando tu y yo no sabíamos que hacer, estábamos perdidos y sin rumbo a donde ir, como una pluma que vuela en el cielo, como pez que nada sin agua, pero vino su amor y nos envolvió de su presencia, y conocimos la cruz, el rincón donde por primera vez sentimos la pasión por El Amado de nuestra Alma "Dios". Llévame al lugar donde empezó nuestra amistad, ¿Recuerdas el día en que le permitiste a Dios entrar a tu vida?, yo me acuerdo que era muy pequeño cuando descubrí su amor, crecí junto a El, desde que era un niño mi mayor deseo fue servirle a El y entregarle todo mi corazón, mi vida era solo para El, mi amistad con Dios comenzó adorándole a El, por eso es que me encanta cantarle. Permite que Dios te lleve a ese lugar y te abrace, te acurruque en sus brazos y no te suelte jamás.
LLÉVAME A LA CRUZ, todo este viaje que estas emprendiendo, todas las cosas que has vivido y te faltan por vivir, Dios siempre estuvo ahí, mira aunque tu te hayas olvidado de El, Dios jamás se olvidó de ti, su amor permanece para siempre.
Vuelve a donde empezaste y deja que El te LLEVE A LA CRUZ.
Cambio y fuera
Jesús Andrés
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Dios te Bendiga en este día.
Jesús Andrés
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Me hiciste recordar mi primer amor, el amor de Jesucristo
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